He querido voluntariamente iniciar este profundo análisis sobre seducción que nos ocupa señalando una obviedad casi tópica:
Las mujeres y los hombres pensamos de un modo considerablemente diferente.
¿Enserio? No me digas.
Sí, ya sé que no hace falta ser ningun erudito intelectual para darse cuenta de ello, pero confía en mí, hay implicaciones más interesantes y profundas de las que se perciben a simple vista, que resulta conveniente explorar.
Para muchos hombres, una mujer es como un manuscrito de caligrafía china: Bonito y de sugerentes trazos curvilíneos, pero a todas luces indescifrable.
Por ello, ahora te ofreceré mi visión general sobre las mujeres. Es decir, considerándolas como un colectivo, como un grupo unificado y homogenizado, al menos hasta allí donde eso resulta posible.
Sí, comprendo tan bien como el que más que no hay que caer en el error de confundir la parte con el todo y soy plenamente consciente de que cada mujer es una criatura única e irrepetible. No seré yo quien ponga eso en duda
y, sin embargo, soy de la acentuada opinión de que las mujeres tienen muchas más cosas en común que diferencias.
Así que empezaremos por aquello que creo que tienen en común, para después centrarnos en las diferencias.
Antes de ponernos a ello, sin embargo, y para volver a incidir sobre la idea fundamental que quiero comunicar en este post, deseo hacer una vez más hicanpié en que la mayoría de las mujeres piensan de un modo diferente al que piensan los hombres y que la mayoría de las mujeres desean igualmente cosas diferentes a las que desean los hombres.
¿Queda suficientemente claro?
No pierdas el tiempo cuestionando esta verdad ni entrando a debates filosoficos . Simplemente acéptala. Cuanto antes empieces a actuar acorde a las implicaciones que de ello se derivan, antes aumentarás tu éxito con las mujeres.
A ver veamos
¿Alguna vez te has parado a pensar qué entretiene a las mujeres como grupo, comparado con lo que entretiene a los hombres considerados también como colectivo?
Aún a riesgo de simplificar excesivamente, las mujeres compran la revista Cosmopolitan, se interesan por el cotilleo y leen novelas románticas.
Los hombres, en cambio, hojean la revista Maxim, ven los deportes y compran el periódico.
¡Epa, espera un segundo! ¿Qué tiene la revista Cosmopolitan, el cotilleo y las novelas románticas que atraiga a tantas mujeres?
¿Y por qué cuando la mayoría de los hombres intenta ver un programa de cotilleo o leer una novela romántica, todo cuanto pueden decir es un "No comprendo cómo esto puede gustarles"?
Yo te diré por qué. Es porque los cerebros de las mujeres están estructurados de un modo diferente al de los hombres. Ése es el motivo.
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